Para lo que no la conozcáis, es la ley
de la cultura popular por la cual si un alimento se te cae al suelo, y pasan
menos de cinco segundos hasta que lo vuelves a coger, no estará contaminado. Aunque
los científicos explican por qué no es más que
una superstición.
El peligro de las
bacterias está muy presente en la vida cotidiana, sobre todo en la cocina. La regla de los cinco segundos dice que si levantamos un alimento que cayó al suelo
antes de contar hasta cinco está bien, se puede comer. De ella se deduce que no
hubo tiempo suficiente para que las bacterias se le hayan adherido, o al menos
no las bacterias suficientes para causar un daño real.
Pero, ¿esto es
cierto, se puede comer o no? ¿Cómo saber si es el tiempo la variable más
indicada para medir la peligrosidad de un alimento y decidir llevarlo o no a la
boca? ¿O por lo contario la variable es el suelo y su grado de limpieza?
La extraordinaria
popularidad de esta creencia en otro países, ha llevado a muchas personas a
investigar sobre el tema.
En 2006 el
profesor Paul L. Dawson, del Departamento
de Ciencia Alimentaria y Nutrición Humana de la Universidad Clemson,
realizó varios experimentos. El estudio se publicó en el Journal of Applied Microbiology. Dawson y sus alumnos contaminaron
con Salmonella varias superficies (madera, azulejos y
alfombras) y probaron si era cierta la regla de los cinco segundos con dos
alimentos: pan y salchichas.
El estudio desveló que la Salmonella puede sobrevivir hasta cuatro semanas sobre las superficies secas en una
población suficiente para pasar a alimentos que caigan sobre ellas. Además, la
transmisión de la Salmonella a la comida resultó ser casi
inmediata.
«Encontramos
que se transfería a la comida en cinco segundos», dijo Dawson. «No medimos
tiempos de contacto más cortos, pero creo que la contaminación es inmediata. Yo
diría que el nivel de contaminación se determina por la superficie, y no por el
tiempo que la comida está en contacto con la superficie. Así que si alguien no
conoce el nivel de limpieza de la superficie, es mejor que no se coma lo que se
ha caído», aconseja Dawson.
Conclusión
Es muy probable que en
el suelo que pisas haya microorganismos que pueden contaminar casi al instante
un alimento que entre en contacto con ellos. Aunque no se trata de ponerse
paranoico con la higiene. Esto no quiere decir que un alimento que cae al suelo
vaya a provocarnos necesariamente una enfermedad, pero el riesgo existe, así
que cuantos menos riesgos corramos, mejor para nuestra salud. Por eso, cuando
se nos cae un alimento al suelo, la mejor opción es no consumirlo. Si aún así sigues con
la idea de comerte ese alimento, lo que puedes hacer es someterlo a algún tratamiento que sea capaz de
reducir el número de microorganismos: puedes lavarlo, cocinarlo, etc.
¿Ahora puedes seguir
diciendo eso de: “Lo que no mata engorda”?
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