Como la mayoría sabéis el actual nombre de
nuestro país, España, deriva de su antiguo nombre Hispania. Nombre dado a la península
por los fenicios hace algunos años <i-spn-ya>, documentado desde
el segundo milenio A.C.
Los romanos, tras su llegada a la Península,
no cambiaron el nombre y decidieron seguir llamando la Hispania. Pero, lo
que si hicieron fue buscar un significado para ello; Hispania – Tierra de Conejos. Dl lexema <spn>, en hebreo, se tradujo como 'conejo', (en realidad damanes, unos mamíferos similares al conejo extendidos por África').
Sobre el
origen fenicio del término, en 1767 se dio
una teoría diferente, basada en el hecho de que el alfabeto fenicio (al igual
que el hebreo) carecía de vocales. Así spn (sphan en hebreo y arameo) significaría en fenicio "el norte" o "tierra del norte".
Hay algunos más orígenes diferentes, pero nos vamos a
centrar, en el primero dado; “Tierra de Conejos”.
Y es que, al parecer, la Península estaba
llena de este simpático animal por aquellos tiempos. Desde
siempre, un símbolo de nuestra fauna ha sido este pequeño mamífero, que ha
tenido un importante valor cultural, y por supuesto biológico.
Su capacidad adaptativa a los duros veranos de nuestro
clima, les permiten alimentarse de pasto seco, frutos, cortezas... Esto, unido
a su legendaria capacidad reproductiva, les ha convertido en uno de los pilares
de los ecosistemas mediterráneos. De hecho, sólo en España hay constancia de
que 40 especies distintas depredan sobre el conejo (entre las que destaca el
línce ibérico).
La falta de este mamífero a afectado profundamente a
la fauna ibérica, pues su falta a provocado un consumo por parte de sus
depredadores de otros animales como liebres y perdices, las cuales no tiene una
capacidad reproductiva como la del conejo. También afectó al línce, que a pesar
de ser un animal “listo” no es muy capaz de cazar otros animales, excepto
conejos, para lo que evolucionó a lo largo de la historia.
El declive del conejo empezó no hace mucho, como
consecuencia de la persecución por su carne y su piel, de la destrucción de
hábitats, y finalmente, una serie de enfermedades muy contagiosas (mixomatosis
y fiebre vírica hemorrágica), especialmente esto último, pues ésta
especie se ha adaptado a la actividad humana viviendo en parques, campos de césped o incluso cementerios.
La Mixomatosis, caracterizada
por tumefacciones en la piel y en las membranas mucosas, particularmente en cabeza y genitales. Después suele
evolucionar en una conjuntivitis aguda y a veces ceguera. El conejo se vuelve apático, pierde el apetito y desarrolla fiebre. Transmitida por las pulga y garrapatas.
El Conejo es considerado como una de las más
peligrosas especies exóticas invasoras, estando dentro del Top 100. Aunque en nuestro
país ha existido desde siempre, siendo por ello un pilar básico en el medio
natural.
Por suerte,ya parece estar dando señales de
recuperación, especialmente en las zonas de campiña. Todas las medidas del
Gobierno, de asociaciones de cazadores y de conservadores de la naturaleza,
han dado frutos, mediante la vacunación y puesta en libertad de especies sanas.
Este pequeño
lagomorfo... tiene aguante para rato...
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